Los Salesianos de Don Bosco.

Los Salesianos de Don Bosco son una congregación religiosa, fundada en 1859, con el nombre de Sociedad de San Francisco de Sales. Desde principios del siglo XIX custodiamos celosamente los ambientes de nuestros orígenes en Valdocco, que hoy albergan el Museo Casa Don Bosco.

LOS AMBIENTES.

Los lugares donde vivió san Juan Bosco, los patios y las iglesias conservan un tesoro precioso. Estos ambientes ayudan a no perder la memoria de los orígenes. Eran espacios pobres y simples, fragmentos iniciales de una aventura educativa, que ahora se extiende a 133 países: involucrando muchos otros contextos lingüísticos y religiosos, al servicio de los jóvenes más pobres, según un marco de valores construido sobre el Evangelio.

Don Bosco, en Turín, a mediados del siglo XIX, en un contexto social de temprana industrialización y atravesado por fermentos políticos que luego florecieron en la unificación de Italia, se convirtió en el santo educador italiano. Vino de Castelnuovo d’Asti para formarse junto a san José Cafasso y sumergirse con compromiso en la capital piamontesa. Desde la ciudad asumió algunos retos: jóvenes inmigrantes y explotados, cárceles abarrotadas de menores presos, los primeros contratos laborales, las ganas de educación.

VALDOCCO.

Don Bosco descubrió en el distrito de Valdocco, junto con la imaginación caritativa de san José Benito Cottolengo y la Marquesa Julia de Barolo, un mundo que necesitaba de él, de su creatividad y su generosa capacidad pedagógica y organizativa, combinada con una caridad extraordinaria especialmente hacia los jóvenes sin familia.

Así, poco a poco fue naciendo una ciudadela que conserva en su corazón los ambientes de la vida cotidiana del primer Oratorio Salesiano como la cocina, los refectorios, los sótanos y las salas… La Basílica de María Auxiliadora constituye su núcleo central: un centro de espiritualidad, lugar de devoción y arte al servicio de la fe.

Los primeros misioneros.

De estos lugares, en 1875, partieron los primeros misioneros salesianos con el deseo de anunciar el Evangelio según el estilo salesiano de razón, religión y amorevolezza. Primero llegaron a Argentina y Patagonia, pero en unos 40 años, siguiendo una trayectoria de rápido desarrollo, llegaron a los cinco continentes.

Preservar un entorno rico en historia y espiritualidad es una tarea ardua para hoy y para mañana. Sin memoria, se corre el riesgo de perder la intuición original, que hizo que el corazón y la mente de San Juan Bosco, Padre y maestro de los jóvenes, fueran sensibles a las urgencias y concreciones caritativas que se derivan de la fe en Jesús de Nazaret.

Por estos motivos nació el nuevo Museo Casa Don Bosco.

Por estos motivos nació el nuevo.
Museo Casa Don Bosco.

Santidad.

Visitar el Museo Casa Don Bosco es, por tanto, tener una experiencia de un hombre santo, de su mensaje, de su sensibilidad.

Sensibilidad.

Visitar el Museo Casa Don Bosco es experimentar de primera mano la sensibilidad religiosa y pedagógica que la Familia Salesiana necesariamente ha moldeado y dado a todos los que la conocen.

Hoy como ayer, el Museo Casa Don Bosco desea inspirarse en el primer Oratorio, para ser

«Casa que acoge, parroquia que evangeliza, escuela que lleva a la vida, patio para encontrarse y vivir con alegría».

(de las Constituciones de la Congregación Salesiana, art. 40)